Padmasambhava: El segundo Buda

Padmasambhava

El budismo tibetano venera figuras que parecen sacadas de leyendas. Una de las más destacadas es el maestro Padmasambhava. También conocido como Guru Rinpoche, se le considera un segundo Buda en el Tíbet. ¿De dónde surgió esta figura casi mítica?

Orígenes legendarios

Según la tradición, Padmasambhava nació de un loto gigante que creció en el lago Dhanakosha. Se le llamó "Nacido del Loto" por este origen milagroso. Se dice que ya desde su infancia mostró grandes facultades espirituales. Viajó a la India, donde se le dio el nombre de Padmasambhava: "Nacido del loto", en reconocimiento a su conexión con esta planta.

Propagación del budismo en el Tíbet

Cuando el emperador tibetano Trisong Detsen quiso expandir el budismo en su reino, invitó a la India al maestro Padmasambhava. Con sus grandes poderes mágicos y su elocuencia, Padmasambhava sometió a las fuerzas no budistas y estableció monasterios por todo el Tíbet. Así, se le considera fundador del budismo tibetano, responsable de afianzarlo en esa región.

Padmasambhava y la escuela Nyingma

La escuela más antigua del budismo tibetano es la Nyingma o "escuela antigua". Sus seguidores consideran que su linaje y enseñanzas provienen directamente de Padmasambhava, quien las transmitió a sus discípulos tibetanos. De ahí la gran devoción que le profesan como el maestro que trajo el budismo a Tíbet y fundó su tradición espiritual.

Una figura legendaria

Con el tiempo, Padmasambhava se convirtió en una figura legendaria, protagonista de innumerables historias fantásticas sobre sus poderes y la conversión al budismo de toda clase de seres. Se le atribuyen milagros como derrotar a espíritus hostiles o alcanzar la iluminación espontánea tras meditar bajo un árbol.

Padmasambhava y Yeshe Tsogyal

Entre los discípulos tibetanos de Padmasambhava destaca Yeshe Tsogyal. Juntos, se retiraron a meditar durante años en cuevas y lugares recónditos, generando una relación especial. Yeshe Tsogyal se convirtió en consorte espiritual de su maestro. Algunas historias insinúan que incluso llegaron a tener un hijo juntos.

Termas: tesoros espirituales escondidos

Según la tradición, antes de dejar este mundo Padmasambhava y Yeshe Tsogyal escondieron numerosos "termas" o tesoros espirituales en montañas y lagos de Tíbet. Estos incluyen enseñanzas secretas destinadas a ser reveladas en el futuro por tertones o "descubridores de tesoros". Los terma alimentan constantemente al budismo tibetano con nuevas revelaciones atribuidas a Padmasambhava.

Manifestaciones de Padmasambhava

En el budismo tibetano, Padmasambhava aparece representado en múltiples formas, que simbolizan distintos aspectos de su naturaleza iluminada. Entre ellas destaca su manifestación más pacífica, con la piel de color blanco, sentado en posición de loto y sosteniendo un vajra y un cráneo. Otra muy conocida es su forma más fiera y amenazadora, de color rojo, pisando espíritus malignos.

Veneración en el budismo tibetano

En el Tíbet Padmasambhava es venerado como una figura crucial, un verdadero Buda fundador responsable de establecer y difundir el budismo en esa región. Todas las escuelas tibetanas le rinden culto. Se le considera una fuente constante de bendiciones, realizaciones espirituales y revelaciones para sus fieles devotos. Seguro que alguna has oído hablar de la práctica Nyingma. Esta consiste, simplemente, en recitar el mantra 'Om Ah Hum Vajra Guru Padma Siddhi Hum', uno de los más famosos dentro del budismo.

Buda Padmasambhava, también llamado Guru Rinpoche, es una figura central en el budismo tibetano. Es considerado casi un segundo Buda fundador de esa tradición. Continúa siendo fuente de inagotables inspiraciones, rodeado de leyendas sobre sus grandes realizaciones mágicas. Sus seguidores lo consideran indispensable en el linaje espiritual tibetano.