Significado y valor actual de las 30 monedas de Judas
El relato de las 30 monedas de plata, es uno de los más conocidos de la Biblia. Según los evangelios Judas Iscariote traicionó a Jesús por esta cantidad. Pero ¿qué valor tendrían hoy en día? ¿Eran una suma importante o más bien simbólica?
La verdad es que no hay consenso entre los expertos. Algunos creen que equivaldrían a unos 3.000 euros actuales mientras otros calculan que no llegarían ni a 100. Lo cierto es que en la época de Jesús 30 monedas de plata representaban el salario de unos cuatro meses para un trabajador común.
El tipo exacto de moneda tampoco está claro. Probablemente fueran siclos de Tiro una divisa muy usada en Judea por aquel entonces. Estas piezas pesaban unos 14 gramos de plata pura. Si multiplicamos por 30 nos da 420 gramos de plata.
Al precio actual del metal esto rondaría los 250 euros. Pero claro está que el poder adquisitivo era muy distinto hace 2.000 años. Con esa cantidad se podía comprar un esclavo o un terreno pequeño.
El significado simbólico de la traición
Más allá de su valor monetario las 30 monedas han adquirido un poderoso simbolismo. Representan la traición la codicia y el remordimiento. En el arte y la literatura aparecen constantemente como metáfora. Incluso en el lenguaje cotidiano hablamos de "las 30 monedas de Judas" para referirnos a sobornos o recompensas inmorales.
Es curioso cómo una suma relativamente modesta ha llegado a tener tanto peso cultural. El arrepentimiento de Judas también forma parte del mito. Según el Evangelio de Mateo devolvió las monedas y se ahorcó desesperado.
Los sacerdotes usaron el dinero para comprar el "Campo de Sangre" un terreno para enterrar a los extranjeros. Así el círculo se cierra con las 30 piezas de plata volviendo a manos de las autoridades religiosas que las habían entregado.
¿Dónde están las monedas originales?
El paradero de las monedas originales, es todo un misterio. A lo largo de los siglos han surgido numerosas reliquias supuestamente auténticas. La Basílica de Santa Croce en Roma afirma poseer una. Otras iglesias en Europa exhiben piezas similares. Pero ninguna ha sido verificada científicamente.
Lo más probable es que las verdaderas monedas se perdieran hace mucho, si es que existieron realmente. Algunos estudiosos creen que el número 30 es simbólico y no literal. En el Antiguo Testamento aparece varias veces asociado a la traición y el castigo.
Por ejemplo 30 siclos era la compensación por matar a un esclavo. Así que quizás los evangelistas usaron esta cifra para dar más fuerza dramática al relato, sin que fuera el pago real.
Valor numismático de las supuestas reliquias
Aunque las monedas originales sean ilocalizables las supuestas reliquias tienen su propio valor. Para los coleccionistas una pieza antigua presentada como una de las 30 monedas puede alcanzar precios astronómicos. En 2011, una subasta en Alemania vendió una por más de 300.000 euros.
Claro que su autenticidad es más que dudosa. Aun así el poder evocador del mito sigue atrayendo a compradores dispuestos a pagar fortunas. Más allá del aspecto económico, estas reliquias tienen un enorme valor sentimental y espiritual para muchos creyentes.
Tocar o ver una de las supuestas monedas de Judas es para ellos una experiencia religiosa profunda. Les conecta directamente con los eventos de la Pasión narrados en los evangelios. Así que su valor trasciende lo material y entra en el terreno de la fe y la devoción.